Cuando una familia aumenta en el
número de integrantes con la llegada de un bebé, planificado o no, los padres
se vuelcan en atenciones y cariño, y vuelcan por supuesto toda o casi toda su
economía en darle lo mejor que tienen y pueden.
No hablaremos de los gastos que
estos pequeños generan a la llegada a la familia (aunque quizá un posterior
artículo debería ser sobre como planificar la llegada de un bebé para
verdaderamente tener una economía que lo sustente y que en verdad podamos darle
lo mejor a nuestro pequeño) sin embargo; de lo que hablaré hoy en este artículo
es sobre la educación que vamos a proporcionarles.
Verdaderamente, lo ideal no es
tener que elegir cuándo nuestros hijos accederán una educación de calidad
superior, lo ideal sería poder ofrecérsela de forma completa. El haber
planificado su llegada de manera que los gastos “quedasen cubiertos” desde el
inicio de sus vidas sería lo ideal, sin embargo pocas parejas lo planifican a tan alto nivel,
pues no cuentan con una bola para adivinar el futuro y podría sonar hasta
utópico. Pero unos padres responsables independiente de su economía se
comprometen con la educación de sus hijos y les gustaría que accediesen a la
mejor de todas, y a veces pueden surgir dudas…
Una educación privada en la
infancia: Estoy de acuerdo en que darle una buena base educativa a nuestros
hijos es fundamental, que es en el inicio cuando los niños empiezan a
desarrollar su personalidad, que es un momento de cierta fragilidad
emocional-educativa puesto que están desarrollándose también en aspectos
sociales y en que los buenos hábitos se determinaran desde el principio y
también que el apego como padres nos hace sentirnos en la obligación de darle
lo mejor mientras lo sentimos más “indefenso”.
Sin embargo, los contenidos que
se enseñan a estas tempranas edades en carácter general no distan mucho entre
lo que se enseña en una escuela pública que en una privada, la base
comportamental y de hábitos debe nacer en casa, creando con sus padres una relación
sólida de confianza y protección pero con responsabilidades que definan un adecuado
desarrollo de su personalidad.
Una educación superior
universitaria: Todo padre se siente orgulloso cuando su hijo entra en la
universidad, considera que finalmente está trazando su futuro profesional, que tendrá
una titulación que le asegurará el porvenir, podemos estar de acuerdo o no en
que la educación universitaria será lo que determine el éxito de tus hijos, eso
es un tema a parte, lo que no podemos poner en duda es lo que si va a determinar, y es con quien se relacionarán tus hijos; una educación universitaria
de nivel superior puede determinar si tus hijos se codearán con futuros
empresarios o con los compañeros de trabajo, determinará si saldrá titulado y
con socios o tendrá que buscar y pelearse con sus compañeros de salón por un empleo.
Quizá suene demasiado dramático,
pero si se trata de decidir, mi opinión: asegúrense de que sus hijos se
codearán o serán los futuros empresarios!! Afortunadamente en la actualidad existen formas de planificación respecto a una meta, como en este caso es la educación universitaria de más alto nivel para sus hijos, para que posteriormente no tengan que limitarse; o piensen
como ahorrar para ser los principales socios del negocio que construirán junto
con ellos cuando acaben la carrera...
¡Esta última también es una meta de ganar-ganar
con los seres que más queremos!
¡Y una extraordinaria forma de decir cuanto los
amamos!
Por: María Martín Valbuena
Socia Fundadora API
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