jueves, 18 de septiembre de 2014

No dejes que el sistema financiero te coma ¡infórmate!



En México la mayoría de las personas no están informadas sobre los beneficios que otorgan los sistemas financieros, por lo que hay muy poca cultura del ahorro.

El 66% de los mexicanos no ahorran; y, del restante 34%, 72.1% ahorra en medios informales como el colchón, cajas populares o tandas.


El sistema financiero mexicano está formado por el total de personas y organizaciones, tanto públicas como privadas, por medio de las cuales se captan, administran y dirigen las necesidades de ahorro de unas personas –a cambio de un “premio”–hacia las necesidades de financiamiento de otros –a cambio del pago de un “interés”–.

La captación de recursos, es decir, ahorros de algunas personas u organizaciones puesto a disposición de otras empresas o instituciones gubernamentales para inversión, dirigidos al financiamiento de actividades productivas, generan empleos y, en consecuencia, crecimiento económico y bienestar en la población. Por ello, el sistema financiero desempeña un papel central en el funcionamiento y desarrollo de la economía.

Los ahorros se movilizan a través de los diferentes intermediarios y mercados financieros; por ejemplo, los bancos son los intermediarios financieros más conocidos, su principal activo es el financiamiento que otorgan a empresas o personas y su pasivo más importante son los recursos que les ha confiado ahorradores e inversionistas.

Otros intermediarios financieros son aseguradoras, arrendadoras, casas de bolsa y, por supuesto, las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore). Por su parte, los mercados financieros son aquéllos en los que se intercambian activos con el propósito principal de movilizar el dinero a través del tiempo. 

Tú en el sistema financiero eres sumamente importante, eres motor de la economía. Tu ahorro puesto en uno de los intermediarios financieros formales e invertido, a su vez, en actividades de valor, generas beneficios en la sociedad en su conjunto. 
Ahora imagina, 10 pesos de ahorro de cada uno de los 120 millones de mexicanos, puestos en los mercados financieros generarían recursos disponibles para inversión productiva por 1,200 millones de pesos potenciales en empleos y crecimiento económico… y, ¿qué ganas tú? Ganas rendimientos por el ahorro invertido, ese el “premio” por tu esfuerzo.

En promedio los mexicanos no ahorran, la gran mayoría prefiere gastar todo su ingreso hoy o, en su caso, ahorrar para metas de más corto plazo como vacaciones, ropa, entretenimiento o cualquier otro bien que represente un esfuerzo pequeño para un bienestar relativamente inmediato.

Por ello, el crecimiento económico debe estar acompañado por políticas públicas orientadas a una mejor educación e inclusión financiera para que, ahorradores e inversionistas, en distintos contextos socioeconómicos, incrementen sus conocimientos financieros respecto a las distintas opciones de ahorro e inversión, conceptos de riesgo, comparativo de productos, habilidades para la asignación de su ingreso, planeación eficiente de gastos, fijación de metas de corto, mediano y largo plazo, así como en aumentar la confianza para tomar decisiones informadas.

De tal forma que el conocimiento se propague entre familias y en el tiempo, logrando en el mediano y largo plazo bienestar, progreso social y desarrollo sostenido sustentable. Nuevamente, tú eres sumamente importante en este proceso.
Resultados recientes de encuestas de organismos especializados en México indican que 66% de los mexicanos no ahorran; y, del restante 34%, 72.1% de los encuestados ahorra en medios informales como el colchón, cajas populares o tandas, que otorgan nulos rendimientos, pérdida de valor e incertidumbre jurídica en caso de inconvenientes.
Las instituciones, intermediarios y mercados del sistema financiero están estrictamente regulados, así que tus ahorros están seguros. Sin embargo, hay que prestar atención en que los diferentes productos financieros otorgan distintos rendimientos, es decir, pagan distintos intereses, dependiendo del tipo de producto y plazo de inversión. Por ejemplo, las cuentas de cheques o de ahorro normalmente ofrecen rendimientos nominales por debajo de la inflación, así que conforme pasa el tiempo disminuirá su capacidad de compra. 

Tu crecimiento financiero y bienestar están en tus manos. Tú con tu trabajo eres parte del sistema financiero. Pierdes por no hacer nada. ¡Infórmate y decide!


Articulo Original en AltoNivel.com.mx

Editado por: Laura Cisneros Sánchez.
Socia Fundadora API



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